Hace ya 13 años que Montmeló y Montornès organizamos un viaje a Muxia por Semana Santa.
En el año 2002 las concejalías de Medio Ambiente de de Montmeló y Montornés del Vallés organizamos un viaje de voluntarios y voluntarias a limpiar las playas de Muxia, manchadas por el chapapote del Prestige.
Fue un viaje breve, pero muy intenso, en el que conocimos una realidad social y política que nos era bastante lejana. Las autoridades locales no nos trataron especialmente bien, y recuerdo una nota en la prensa local en la que poco más o menos se acusaba a la delegación del Vallés Oriental de estar compuesta por desarrapados fumadores de porros que se dedicaban al pillaje. Estuvimos tutelados por el ejercito de tierra, que nos llevaba y nos traía a las playas y que nos miraba con cierta condescendencia.
Convenía desacreditar a los voluntarios, supongo, que mostraban con su presencia el fracaso rotundo de la actuación del ministro que con los años ha acabado siendo presidente de España, con similares resultados que en la crisis del Prestige.
Lo mejor de aquella experiencia fue ver la inmensa solidaridad y capacidad de movilización de la gente de Montmeló.
No nos fuimos de vacío.
En la Lonja de Muxía, convertida en comedor y lugar de reunión, dejamos algunas de nuestras señas de identidad y reivindicaciones.
De esto hace ya 13 años. Sólo 13 años.