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Si es la vida la que manda….

Decía Edgar Morin que la mayor parte de las personas toma, como mucho, dos o tres decisiones trascendentales en su vida, decisiones que realmente cambian el rumbo a su destino.

La gran mayoría no se ve ante ese tipo de decisiones o evita encontrarse ante ellas.

El pasado miércoles lo recordé cuando fuimos a ver a Antonio, que no es Antonio, sino un chico con otro nombre del que ya hablé en otra ocasión que podeis releer aquí. Ahora se encuentra mucho mejor.

Antonio es un manitas, y se le dan de fábula las maquetas y las manualidades de todo tipo, y estaba deseando que llegásemos para enseñarnos su última maqueta de trenes. Me pareció alucinante la cantidad de horas que hay que dedicar a una maqueta de trenes mínimamente decente. Horas. Las horas que Antonio pasa en su casa si nada más que hacer porque no puede salir a la calle ni frecuentar lugares concurridos.

Antonio estaba muy contento porque va a ir al pueblo de sus padres. Hace cuatro años que no podía ir. Seguro que hubo momentos en los que se pensó que nunca volvería. Y ahora puede volver, pero este año su madre no quería que fuese. Estar fuera del ambiente habitual… un resfriado, una caída, una mala infección de estómago… volver atrás, de nuevo al hospital, una recaída… después de lo sufrido… mejor no… quizás el próximo año…

Me trajo el album de fotos donde estaban las fotos de su último verano en el pueblo. Piscina, bicicleta, pantalones cortos, haciendo unos palomos a la brasa… las fotos de verano en el pueblo eternamente repetidas «pantalons curts i els genolls pelats».

La fisonomía de Antonio ha cambiado. Físicamente sólo es un recuerdo de lo que fue. Le ha cambiado la cara, los ojos, el pelo… Antonio, en algún modo, es otro. Me alucinó saber que ya no tiene el grupo sanguineo con el que nació. El transplante de médula ha hecho que toda la sangre de su cuerpo haya cambiado ahora y que su grupo sanguineo sea ahora el de su hermana, que fue su donante de médula….

En el mismo album de fotos había muchas fotos de Antonio en la UCI del hospital.

Guarda fotos de todas y cada una de las enfermeras que le atendieron. Fotografías con sus doctoras y doctores y hasta con las señoras de la limpieza… Fotografías de aquel carnaval en que no quiso disfrazarse, pero finalmente se disfrazó… Estaba muy delgado. Realmente muy delgado.

Mientras repasábamos las fotos y Antonio me iba explicando qué era cada una de ellas, miré a su padre, que se sentaba en el otro sofá, a mi izquierda… y vi que se había emocionado de escucharnos.

He intentado en varias ocasiones ponerme en la piel de los padres de Antonio…. Les admiro profundamente. Me parecen auténticos héroes. Me conmueven y me inspiran un respeto que ya desearían para sí muchos otros de los que se supone que me deberían inspirar respeto.

Esas son las decisiones a las que supongo se refería Morin. En un determinado momento de la vida, ante determinadas circunstancias hay que tener mucho coraje para saber qué va primero y qué va después…. y saber decidir lo correcto, y apechugar.

Si es la vida la que manda… uno no puede más que obedecer.

Tal vez se nos olvide demasiado a menudo cuáles son las cosas realmente importantes….

Blog de Pere Rodriguez